En este tipo de escalada las caídas forman parte del juego, se busca llegar a la mayor dificultad posible, aceptando el fallo como una posibilidad, ya que normalmente una caída no supone una amenaza para la integridad del escalador. No obstante, el reto mental es importante. Hablamos del reto de superar movimientos difíciles y duros, pero también de afrontar las posibles caídas.

Es, posiblemente, la modalidad más practicada. Las vías suelen tener entre 10 y 40 metros de longitud. Existe la escalada deportiva de un largo y de varios largos, en la que enlazaríamos de forma consecutiva varias vías sin bajar al suelo. En la escalada de varios largos, los dos o tres componentes de la cordada escalan hasta el final del primer largo, desde ahí escalan el siguiente largo, desde ahí el siguiente, y así sucesivamente hasta terminar la vía, desde dónde podrán bajar andando o rapelar, dependiendo de las características de la pared que están escalando.

Esta forma de escalar también se conoce como escalada en libre y hace referencia a que se utilizan las manos y los pies para progresar por la pared, el resto de elementos solo se utilizan como protección ante las posibles caídas. De aquí surge el término “encadenar” que consiste en escalar la vía sin ayuda alguna y sin descanso o caída.